Este proceso de consultoría ayuda a la familia empresaria a desarrollar un Protocolo Familiar. Este es un instrumento propio de las empresas familiares que busca reflejar las pautas a seguir en las relaciones de la familia con la empresa y viceversa.

Se utiliza la expresión Protocolo ya que contiene un conjunto de decisiones sobre la manera de comportarse como socios y familiares, como gerentes o directores. En el se definen principios, compromisos, derechos y deberes. Es una guía (hoja de ruta) sobre el futuro de la empresa para mantenerla en manos de la familia.

Su elaboración demanda trabajo y participación de los miembros de la familia empresaria y exige compromiso.

Es un instrumento dinámico: evoluciona y se perfecciona con el tiempo y las circunstancias que ocurren en la empresa y la familia.

La familia comienza conversando y consensuando sobre las razones para ser y continuar siendo una empresa familiar, el tipo de empresa que desean ser, que pueden esperar de la empresa familiar e incluso en qué circunstancias dejarían de ser empresa familiar.

Luego se desarrollan y consensuan reglas o pactos sobre el gobierno y dirección de la empresa y la familia; sobre el acceso y salida de los miembros de la familia a la empresa; sobre la propiedad de la empresa; sobre las relaciones económicas entre la empresa y la familia; y sobre la forma de resolver los conflictos en la familia y la empresa.

Estas reglas se desarrollan mediante reuniones individuales y generales que son conducidas por mi y son precedidas de cuestionarios y presentaciones formativas sobre cada uno de los temas que se van a regular.

A medida que se van consensuando las reglas, se vuelcan por escrito en un documento que a la finalización del proceso conformará el Protocolo Familiar.

Para que el Protocolo sea realmente útil y efectivo, no sólo se debe implementar y vigilar el cumplimiento de sus disposiciones, sino también hacer una revisión periódica anual del cumplimiento de sus objetivos para determinar si requiere modificaciones.

Si bien el tiempo para desarrollar de un Protocolo dependerá del grado de complejidad de la empresa y la familia, en general éste demanda entre 6 y 9 meses.